Tal cual, no tenemos tiempo, una frase que la solemos repetir siempre. Si te detuvieras por un momento y sumaras todos los «No tengo tiempo» que dices en el mes te sorprenderías.
Y empecemos por nosotros, casi ya un año que no publicábamos en Instagram, y ya sabéis porque, «No teníamos tiempo». Esto nos suele pasar a todos periódicamente, casi a diario.
Es más importante el tiempo de los demás u otros proyectos que al de nosotros mismos. Preferimos trabajar para nuestros clientes que son los que generan nuestros ingresos y no en nosotros mismos para seguir generando otros ingresos.
En nuestras consultorías o asesorías es unas de las frases más nombradas, es esta, entre otras, de ellas hablamos más adelante. Cuando transmitimos al cliente el compromiso y los movimientos que se necesitan para llegar a su meta poner cara de angustia y sueltan la frase: pero «No tengo tiempo» para eso.
Es comprensible, todos queremos resultados y todos trabajamos duro para lograrlos, y el que tengamos que trabajar más y sacrificar el poco tiempo que «SOLEMOS CREER» que tenemos, nos genera rechazo e incluso indignación.
Es importante poner consciencia a esta frase cuando la mencionemos, al poner consciencia quitamos ese disparador automático que no nos deja pensar en las necesidades que la marca o del proyecto.
Poner consciencia nos puede ayudar a observar que a lo mejor no tenemos un auténtico compromiso y que en realidad lo que queremos es que todo sea más fácil y rápido.
Debe encontrarse el equilibrio entre el tiempo dedicado a los clientes al que nos dedicamos a nosotros mismo.
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